Yoga en el post parto

Yoga en el post parto

Oli esta enfermita, descansando mucho entonces aproveche para escribir un poco sobre el yoga en el post parto.

 

El Yoga para mi fue un gran aliado en ese momento en donde te sentís super cansada, cuando tu cuerpo físico, emocional y mental está recuperándose y adaptándose a este gran cambio.

Se recomienda practicar recién a partir de los 40 días con parto natural o si tuviste cesárea se espera a que cicatrices del todo y el médico te dé el okey (respeta tu cuerpo, no hay ningún apuro). Durante ese período y hasta un poco más recuerdo que mi práctica era respirar conscientemente mientras me daba una ducha y sentir que el agua me daba calma, fisica, emocional y mental. Cada tanto también hacía meditaciones bien cortitas y sencillas mientras Olivia dormía arriba mio.

El agua fue el elemento al que recurrí durante todo el embarazo y post parto, el agua es la vida, el fluir y rige el 2°chakra destinado justamente a crear vida, el chakra de la sexualidad.

El Yoga nos invita a volver a nuestro centro, a conectar con nuestra sabiduría interna, a observarnos sin juzgarnos y transformarnos en ese momento tan especial y caótico que es el puerperio.

Es un acto de amor propio volver al cuerpo con las Asanas (posturas) para relajarnos, flexibilizar y fortalecer el cuerpo. Liberando tensiones en el cuello, hombros y espalda que se generan por alimentar y cargar a nuestro bebé. Lentamente nos ocupamos también de tonificar los músculos en la zona abdominal en formar progresiva para volver a adquirir fuerza allí. Nos conectamos con la respiración consiente para re energizarnos y lograr un estado de equilibrio (dentro de lo que se puede, claro). Y relajarnos para recuperarnos del cansancio.

Lo ideal es tener una práctica corta (entre 5 a 15 minutos) que se puede repetir si se quiere/puede, también es una buena idea ir a prácticas grupales por el plus del grupo (el hablar con otras mamas que están viviendo lo mismo puede ser muy sanador). La práctica la podemos hacer con ellos enfrente nuestro, de hecho para mí es un momento de profundo amor y conexión con nuestro bebé.

Practicar también es un acto de amor hacia ellos ya que al conectarnos con nuestro Ser podemos accionar como madres desde ese lugar, lo que dará una maternidad más consciente.

Te puede interesar
Cerrar X