Comenzó un nuevo año y nos llena de esperanzas, alegrías e ilusiones de que éste será NUESTRO AÑO.
¿Pero realmente de qué depende como sea nuestro año? Con el tiempo aprendí que depende totalmente de lo que hagamos nosotros con él y de como lo miramos.
No creo en malos años porque vivo toda crisis como una oportunidad para aprender, para crecer. Realmente todo depende del ojo con el que miramos. De nuestra visión sobre lo que esta ocurriendo, si cambio el punto de vista todo cambia.
Apenas pasa algo que no era lo que esperábamos sentimos dolor, luego suele venir el enojo o la frustración; pero si damos tiempo para que la mente se calme (podemos hacer algunas respiraciones consciente o una practica de Yoga) comenzamos a verlo desde otro lugar, empezamos a ver lo que nos trae para aprender y también la posibilidad de crecer. ¡Y eso me parece algo muy enriquecedor!
Claro que cuando empezamos a ver esa crisis como oportunidad para crecer, tenemos que HACER algo (No es necesario llegar a una crisis para cambiar, pero muchas veces es la única forma que tenemos de darnos cuenta que el cambio es necesario). Primero, con la mente ya más calma pensamos hacia donde nos queremos dirigir, plantamos nuestras INTENCIONES. Y luego tendremos que meditar, para ver qué voy a hacer para llegar a ellas, para que crezcan y florezcan.
Año nuevo es un momento ideal para reflexionar que queremos cambiar en nosotros y así generan un GRAN año.
Por eso me encanta comenzar el año con un pequeño ritual muy simple para reflexionar sobre el año que solté y escribir mis intenciones para el nuevo año. Amo los rituales, porque es una linda forma de enfocarnos en algo y conectarnos desde nuestro Ser. Cada uno puede inventar su pequeño ritual, con Meditación, Reiki o simplemente escribiendo en un cuaderno. Si no lo hiciste, ¡todavía estas a tiempo!
Ojalá todos podamos tomarnos un momento para hacer esto. Ya que si todos reflexionamos y buscamos crecer cada día más, el mundo sin dudas será mejor.
