El yoga es un camino de conexión.
Es una práctica para entrar en contacto con el mundo interior, mirarnos de frente, crear un camino de autoconocimiento y así despertar nuestro sanador interno.
Unir el cuerpo, la respiración, la mente y el espíritu.
Unir el ser interno con el ser universal.
Cuando haces verdaderamente Yoga, te ayuda a observar cómo te relacionas en la vida, tanto con vos mismo, como con tu entorno; pero además te ayuda a mejorar ambos aspectos.
El Yoga es una filosofía de vida. No es hacer posturas bonitas.
Muchas veces requiere de encontrar la práctica que vos necesitás, aunque ésta no sea la que uno quiere.
A veces la práctica incluye algunas posturas especiales, otras utilizar bandhas, pranayama, meditación, mantras, trabajar con un arquetipo y/o la reflexión.
Hay tantas formas de practicar, tantos caminos....
Pero recordá no perderte en el camino. A veces el ego se disfraza de “ser espiritual” o se queda atado a la posturas bonitas y técnicas difíciles.
Recordá observar si realmente te está llevando al camino del Ser, de la conexión, de la unión.
¿En qué dirección te está llevando tu práctica?
A mi me sirve mucho que mi práctica me la diseñe mi profesora. Por más que yo también soy profesora de yoga, elijo que otra persona me guíe en el proceso.
Ella ve en mi interior cosas que yo no veo, me ayuda a reflexionar, a diseñar la práctica y me acompaña en el proceso.
Y de esa forma, yo acompaño a otras profesoras de yoga y practicantes a tener sus propios caminos por La Esencia del Yoga.