Duelo por mascota

Se murió la perrita de mi hija, Olivia, que vivía en la casa de su abuelo en el campo.

Decidimos contárselo allá, donde vivía su perrita Gaia. 

Le contamos lo que pasó, y claro que lloro mucho, hablamos de la muerte, de que seguro la estara acompañando desde el otro lado y ella me dice: si mamá está acá, señala un lugar más abajo al lado de ella. Se ríe. Siempre va a estar conmigo. 
Llora de nuevo. 

Le digo, ¿queres que hagamos algo especial para despedirla? 

Entre ideas que van y vienen se nos ocurre hacerles dibujos y quemarlos en una fogata para que se transformen en humo y se hagan “invisibles” como ella.

Nos ponemos a dibujar todos. 

Terminamos los dibujos y nos vamos a hacer una fogata para quemarlos.

Le decimos unas palabras, le agradecemos y le damos los dibujos al fuego.

Olivia de a ratos le sigue hablando mirando el cielo y el fuego.

Así simple y profundo.

Una mini ceremonia para Gaia.

Cómo Tanatologa (asistencial y educativa) me gustaría compartir algunas cosas que espero le llegue a alguien que le sirva.

El duelo por las mascotas es un duelo que no está muy habilitado en esta sociedad. Es un duelo del que no se habla mucho y muchos no lo entienden. Pero puede ser muy grande el dolor que se siente, y está bien es esperable cuando el vínculo fue muy grande.

Cuando se trata de niños es muy importante decirles la verdad con palabras sencillas (sin demasiados detalles), explicarles qué significa la muerte. Que ya no sienten, ni sufren, su cuerpo no funciona, que es parte del ciclo de la vida y que no volverá. 

Es importante usar las palabras correctas y no eufemismos. Validar sus emociones (es natural llorar, sentir enojo) y ayudarlos a poner palabras a lo que siente. Que lo exprese con arte y el contar cuentos con esta temática también es de gran ayuda.

Estos duelos si se elaborar de forma saludable los prepararán para los duelos que vendrán más adelante. 

Por eso lo mejor es no mentirles ni inventarles historias, sino permitirles hacer el duelo y acompañarlos en ese proceso.

¿Que sentis sobre esto? ¿Viviste el duelo de alguna mascota? ¿Cómo fue? 

Te leo,
Mili
 

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